martes, agosto 21, 2007

Hijo de la Luna

Mi voz
se arraiga en tu presencia
vuela en la distancia
consumo tu inigualable diferencia
saboreo tu desnuda esencia
se ilumina mi sombra
a la luz de tu faro
eclipsando mi reflejo
en el mar de tus ansias
atada con lazos
dulces de mi vida
van mis ansias
en ti
hijo de la luna.

12 comentarios:

...flor deshilvanada dijo...

Es muy de estos tiempos esto de sentirnos tan cerca de alguien que está tan lejos...

Saludos Mar!

Manuel dijo...

Ese hijo de la luna ¿cómo será?, me lo imagino como un ser de cristal...

TORO SALVAJE dijo...

Aquí otra vez, en el paraíso de tus palabras, relamiéndome.

Gracias.

Besos.

@Intimä dijo...

Hijo de la Luna.
Hermoso poema, para un deseo que abriga la esperanza de renacer como la luna llena.
Besitos.

allen dijo...

Bonito... Un sentimiento... Una búsqueda...

Lágrimas de Mar dijo...

hijo de la luna
hay una canción de mecano que se llama igual,
pero tu poema es mil veces más lindo, porque lleva tus sentimientos
un beso
p.d. espero que el resfriado pasara a la historia

lágrimas de mar

 kotto dijo...

lindo poema.. hay tantas palabras, frases, poemas que evocan la luna que esta es una muestra más de lo maravillosa que es ese astro inspirador

cariños

TEA CUP CLUB dijo...

Que bello poema, me quisiera imaginar el hijo de la luna, si es tan bello como la luna misma.

Te dejo una tacita de te para cuando quieras pasar por nuestro blob

Abrazos y te seguiremos leyendo

Veronica

Rikardo dijo...

hola pasaba a dejarte como siempre mis afectuosos saludos por que cada letra plasmada por tus manos hablan del amor real de ese amor verdadero que todos esperamos ........
te invito a mi blog...........te dejé un regalito.......

cariños

rikardo el poeta

La Sombra dijo...

Me llego mucho, me siento identificado.

Besos para ti. La SOMBRA

fgiucich dijo...

Es la luna que alumbra tus letras. Abrazos.

MAYA dijo...

Un hijo de la luna que al mirar el reflejo de la diosa blanca se ata a ella con unas ansias que no se pueden creer. Hijo de la luna, faro a tierra para iluminar.

Un beso,

Maya